Bicentenarios de la Revolución de Mayo / Himno Nacional Argentino
“Aquí el fiero opresor de la Patria
su cerviz orgullosa dobló...”
Estos
son algunos de los versos del Himno Nacional Argentino cercenados en
1900 por Julio A. Roca. La oportunidad brindada por el Bicentenario de
la Revolución de Mayo de 1810, así como los aniversarios de la creación
de la Bandera Nacional y de la Batalla de Tucumán de 1812 alentaron la
propuesta, lanzada por el Movimiento por la Segunda y definitiva Independencia, de
promover la recuperación, revalorización y actualización del Himno
Nacional Argentino con su letra completa, tal cual fue escrito por
Vicente López y Planes en 1813.
La
versión completa consta de nueve estrofas y su coro, en los que se
exalta la épica de la lucha por la independentista, el ansia de
libertad, el reconocimiento a los pueblos originarios
y el rechazo a la dominación del invasor español. La aprobación de esta Marcha Patriótica –que desde 1860 se conoció como Himno Nacional Argentino– se dio en el marco de una dura batalla entre las dos tendencias en lucha respecto a la declarar la independencia inmediatamente o seguir manteniendo fidelidad a Fernando VII. El Segundo Triunvirato –con la decidida incorporación de San Martín– logró desplazar la influencia rivadaviana que obturaba la inmediata definición independentista y tuvo como principal objetivo convocar a una asamblea que nos declarara independiente. La Asamblea General Constituyente inauguró sus sesiones en enero de 1813, declarándose "soberana", pero la presidencia de Carlos M. de Alvear impidió concretar estos objetivos al rechazar la participación de las delegaciones artiguista con mandatos de independencia inmediata. Sin embargo, aprobó una serie de medidas soberanas: el escudo nacional, en encargo de la Marcha Patriótica, la acuñación de moneda, la celebración del 25 de mayo, la abolición de: los títulos de nobleza, de las prestaciones indígenas como la mita, la encomienda y el yanaconazgo y de los instrumentos de tortura.
En
1817, según el viajero norteamericano Henry M. Brackenridge (Voyage to
South America, publicado en Baltimore en 1819), la canción patriótica
rioplatense era coreada espontáneamente con entusiasmo: “Por la tarde,
nuestros compañeros, después de beber un vaso de algo estimulante,
rompieron con una de sus canciones nacionales, que cantaron con
entusiasmo como nosotros entonaríamos nuestro ‘Hail Columbia!’. (...) La
música era algo lenta, aunque audaz y expresiva... este himno, me
dijeron, había sido compuesto por un abogado llamado López, ahora
miembro del Congreso, y que era universalmente cantado en todas las
provincias de El Plata, así en los campamentos de Artigas, como en las
calles de Buenos Aires...”
En
1860, con el triunfo mitrista se le encomendó al músico Juan Pedro
Esnaola, una versión orquestada con más complejidad armónica adecuándose
a las tendencias europeístas. Años más tarde, la oligarquía
terrateniente bonaerense, genuflexa y subordinada a las potencias
extranjeras renuncia no solo a la soberanía económica sino también
simbólica. El Gral. Roca en su segunda presidencia decretó el 30 de
marzo de 1900: "Sin producir alteraciones en el texto del Himno
Nacional, hay en él estrofas que responden perfectamente al concepto que
universalmente tienen las naciones respecto de sus himnos en tiempo de
paz y que armonizan con la tranquilidad y la dignidad de millares de
españoles que comparten nuestra existencia, las que pueden y deben
preferirse para ser cantadas en las festividades oficiales, por cuanto
respetan las tradiciones y la ley sin ofensa de nadie”.
La
creación de nuestro Himno fue promovida por nuestros próceres de Mayo
como reafirmación de nuestra independencia respecto de España y otras
potencias imperiales. La mutilación posterior del gobierno de Roca en
1900, centrada en la eliminación de aquellas partes que “ofendían” al
gobierno español y rescataban el antecedente de la resistencia de los
pueblos originarios, pretendió quitarle una de las partes esenciales al
contenido del Himno Nacional en ese momento histórico.
En
el camino de la liberación nuestro pueblo, la lucha por una nación
verdaderamente independiente, soberana y democrática requiere del
rescate popular de nuestra historia nacional y latinoamericana. Es
necesario dar a conocer la verdadera historia de la participación
popular en las luchas por su independencia, de sus derroteros, de sus
fracasos y de aquellos símbolos y emblemas que constituyeron sus
baluartes. Las clases dominantes se apropian y tergiversan nuestra
historia lavándola de su contenido revolucionario y popular,
desmereciendo la valentía y decisión de nuestro pueblo.
El Movimiento por la Segunda y definitiva Independencia, convocó y organizó la grabación de nuestro himno completo con
el apoyo de la Central de Trabajadores Argentina (CTA), Asociación
Argentina de Actores (AAA), Revista La Marea y Centro Cultural Raíces. Cantado y recitado por Leonor
Manso, Jairo, Manuel Callau, Rafael Amor, Ingrid Pellicori, Bruno
Arias, Aldo Barbero, Luisa Calcumil, Hector Giovine, Claudio Sosa, Rita
Terranova, Hector Bidonde, Abel Córdoba, Graciela Alperyn, Derli Prada,
Hugo Ponce, Rubén Jurado (viola), Patricio Villarejo (cello), Enrique Prémoli (piano) y Adrián Odriozola (autor de "Variaciones sobre el Himno").
Todos estos artistas y músicos trabajaron ad honorem con el objetivo de
que esta versión grabada sea distribuida gratuitamente a escuelas,
conservatorios, universidades, sociedades de fomento, bibliotecas, etc. y
en donde se promueva en foros de debate el contenido verdadero e
historias de nuestro Himno Nacional.
El Movimiento por la Segunda y Definitiva Independencia convoca a promover y replicar esta iniciativa en todo el país.
Este sábado
11 de mayo a las 20. 30 hs. en el Centro Cultural Raíces, como adelanto
de su próximo lanzamiento, se presentará la grabación de este trabajo
colectivo en Agrelo 3045, C.A.B.A. (reservas al 4931-6157).
Correo electrónico: movimiento2independencia@yahoo.com
Texto completo del Himno Nacional Argentino Vicente López y Planes Sean eternos los laureles, que supimos conseguir. Coronados de gloria vivamos... ¡o juremos con gloria morir! Oíd, mortales, el grito sagrado: Libertad, Libertad, Libertad. Oíd el ruido de rotas cadenas, ved en trono a la noble igualdad. Se levanta a la faz de la Tierra una nueva y gloriosa Nación, coronada su sien de laureles, y a sus plantas rendido un león. Estribillo: Sean eternos los laureles, que supimos conseguir. Coronados de gloria vivamos... ¡o juremos con gloria morir! De los nuevos campeones los rostros Marte mismo parece animar la grandeza se anida en sus pechos: a su marcha todo hacen temblar. Se conmueven del Inca las tumbas, y en sus huesos revive el ardor, lo que ve renovando a sus hijos de la Patria el antiguo esplendor. Estribillo Pero sierras y muros se sienten retumbar con horrible fragor: todo el país se conturba por gritos de venganza, de guerra y furor. En los fieros tiranos la envidia escupió su pestífera hiel; su estandarte sangriento levantan provocando a la lid más cruel. Estribillo ¿No los véis sobre México y Quito arrojarse con saña tenaz y cuál lloran, bañados en sangre, Potosí, Cochabamba y La Paz? ¿No los véis sobre el triste Caracas luto y llantos y muerte esparcir? ¿No los véis devorando cual fieras todo pueblo que logran rendir? Estribillo A vosotros se atreve, ¡Argentinos!, el orgullo del vil invasor. Vuestros campos ya pisa contando tantas glorias hollar vencedor. Mas los bravos, que unidos juraron su feliz libertad sostener, a esos tigres sedientos de sangre fuertes pechos sabrán oponer. Estribillo El valiente argentino a las armas corre ardiendo con brío y valor, el clarín de la guerra, cual trueno, en los campos del Sud resonó. Buenos Aires se pone a la frente de los pueblos de la ínclita unión, y con brazos robustos desgarran al ibérico altivo León. Estribillo San José, San Lorenzo, Suipacha, ambas Piedras, Salta y Tucumán, La Colonia y las mismas murallas del tirano en la Banda Oriental. Son letreros eternos que dicen: aquí el brazo argentino triunfó, aquí el fiero opresor de la Patria su cerviz orgullosa dobló. Estribillo La victoria al guerrero argentino con sus alas brillantes cubrió, y azorado a su vista el tirano con infamia a la fuga se dio. Sus banderas, sus armas se rinden por trofeos a la libertad, y sobre alas de gloria alza el pueblo trono digno a su gran majestad. Estribillo Desde un polo hasta el otro resuena de la fama el sonoro clarín, y de América el nombre enseñando les repite: "¡Mortales, oíd!: ya su trono dignísimo abrieron las Provincias Unidas del Sud". Y los libres del mundo responden: "Al gran pueblo argentino, ¡salud! |
jueves, 9 de mayo de 2013
Este sábado 11 de mayo a las 20. 30 hs. en el Centro Cultural Raíces, como adelanto de su próximo lanzamiento, se presentará la grabación de este trabajo colectivo en Agrelo 3045, C.A.B.A. (reservas al 4931-6157).
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